Así como la bruma se desvanece gradualmente merced al
cambio o estabilidad de las condiciones ambientales que la propiciaron, así el
malestar social va cediendo paso a una sorda sensación de incomodidad
indefinida -aunque soportable a la par que persistente-, una vez que el clima
político deja de ser sorpresivo.
Los zombies vuelven a serlo, el mexicano tan solo se rasca
el rastro de prurito que una nueva -en realidad muy vieja- vejación en sus
carnes deja.
El sandio ocupará su silla sin mayor problema, los medios y
el capital sancionarán la usurpación... y entre todos continuarán la nefasta
expoliación...
Triste humanidad, me dueles, quisiera que despertases, pero
eso es algo que tan solo a ti misma corresponde decidir, ejecutar.
Triste México, sublime, vaporoso y deleznable ideal que una
vez más de la vista se aparta y al alma aterida, inerme y burlada entre la
inmundicia arroja.
PARA TODOS HAY UN RINCON!!!
ResponderEliminarIdiotas arrinconados ;D
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